Florence Nightingale: pionera de la teoría en Enfermería

Por: Karina López Fuentealba

Fuente imagen: “El Día Internacional de la Enfermería se celebra el 12 de mayo en honor al nacimiento de Florence (1820-1910), ya que es reconocida como la fundadora de la Enfermería moderna.”

La luz para la sistematización de datos en las ciencias de la salud

Florence Nightingale fue conocida como “la dama de la lámpara” por su rol ejercido en el cuidado de pacientes, visto como una práctica integral que consideraba la calidad de vida y atención sanitaria. Dichos pacientes eran soldados de guerra que veían en ella una luz para su proceso de recuperación. 

Además, Florence reconoció en la Enfermería un aspecto científico nunca antes considerado en el ejercicio, lo cual la llevó a su profesionalización desde la sistematización de la información con uso de la Estadística, esto se tradujo en un control de la situación en un plazo de seis meses en la Guerra de Crimea.

Vida y contexto histórico

La lección más práctica más importante que puede dársele a las enfermeras es enseñarles a observar, cómo observar, qué síntomas indican el progreso en el curso de la enfermedad, cuál es el reverso, cuáles son importantes, cuáles no lo son, cuál es la evidencia de un cuidado en enfermería negligente y qué tipo de negligencia… Pero si usted no puede tener el hábito de la observación, por una  vía u otra, sería mejor que dejara la enfermería, para la cual no ha sido llamada, por muy bondadosa y sensible que usted sea. ”

Notas de enfermería- qué es y qué no es. Florence Nightingale.

Siendo hija de William Nightingale y Francis Smith, pasó su infancia entre Derbyshire y Embley, en Inglaterra. Su padre adoptó su apellido por un tío del que heredó bienes, él fue educado en Cambridge y se encargó de la formación de sus dos hijas, por lo cual Florence pudo aprender Filosofía, Matemática, y la Biblia (cultivó la fe anglicana), y política. A la edad de 20 años pudo acceder a clases de Álgebra, Geometría y Aritmética, tras suplicar a sus padres por ello. Tenía alto rendimiento, aprendiendo con Sylvester, quien desarrolló la Teoría de Invariantes con Cayley y su otro tutor, el belga Quetelet. Se dice que contribuyeron al pensamiento de Florence en la Enfermería, los diálogos con Charles Dickens y otros intelectuales de la época como John Stuart Mill, Benjamin Jowett, Harriet Marineau, con quienes compartió.

Fuente imagen: mujeresnotables.com “En 1860, Florence fue elegida la primera mujer miembro de la Royal Statistical Society”.

En particular, con Dickens tuvo una amistad y tuvieron una visión compartida sobre reformas en temas sociales y de economía. Él ayudó a Florence a pagar parte de la lavandería creada en la guerra de Crimea.

(…) Florence reconoció en la Enfermería un aspecto científico nunca  antes considerado en el ejercicio, lo cual la llevó a su profesionalización desde la sistematización de la información con uso de la Estadística (…)

El Día Internacional de la Enfermería se celebra el 12 de mayo en honor al nacimiento de Florence (1820-1910), ya que es reconocida como la fundadora de la Enfermería moderna. Fue educada en casa, aprendiendo griego, latín, Geografía,  Literatura,  Matemática. Se dice que era muy metódica y ordenada, por ejemplo, de pequeña llevó registro de sus colecciones de insectos. Le tocó vivir en la época victoriana en que la mujer aún estaba muy subordinada a los dictámenes del hombre. Florence, pese a que tuvo varias propuestas, decidió no casarse y dedicarse a la Enfermería, para lo cual tuvo la aceptación y apoyo de sus padres. 

Desde el pensamiento nightingaleano, dado que a la mujer le correspondería la labor de cuidado, tendría mayor inclinación a elegir la Enfermería. Esto con el tiempo se traduciría en un rol asociado al género. Sin embargo, para Florence lo primordial era desarrollar la observación del proceso de evolución del paciente, más que sólo administrar una medicina, teniendo como base el pensamiento científico y el conocimiento de ciertas prácticas y técnicas.  

Florence y la guerra de Crimea

En 1849 inició su viaje por Egipto y Europa, comenzó a interiorizarse por temas hospitalarios en 1850, cuando estuvo en Alejandría en un hospital católico. En 1851 se entrenó como enfermera en Dusseldorf, Alemania. A su regreso a Londres tomó el puesto ad-honorem de Superintendente en el Establecimiento para Damas. Tres años después, cuando iniciaba la guerra de Crimea, el Ministro de Guerra, Sidney Herbert, en 1854, le solicitó a Florence que se encargara de supervisar los hospitales militares, dándole el cargo de Superintendenta del Sistema de Enfermeras de los Hospitales Generales ingleses en Turquía.

Fuente imagen: Imagen tomada de: sacp.org.ar. Un sello de Alemania y otro de Australia en honor a Florence

Su admirable labor y teniendo sus objetivos muy claros, Florence consiguió no sólo el respeto de los oficiales militares, sino también el apoyo para reformar las condiciones sanitarias en que se encontraban los soldados, ello incluyó importantes donativos para levantar una cocina, lavandería (de parte de Charles Dickens, por ejemplo), para desinfectar las nuevas camisas para los enfermos, establecimiento de agua potable y cambio en la alimentación, que incluía frutas y verduras.  Muchas veces con sus propios recursos Florence compraba todo tipo de utensilios. Esto incidió directamente en una mejora y disminución de los focos de contagio, ya que existían mayores probabilidades de que un soldado muriera en el hospital por cólera y tifus que en la guerra dada la insalubridad de la época. En menos de seis meses, la tasa de mortalidad había disminuido desde un 60% a un 42,7%. ¿Cómo se supo esto? Florence dedicó parte de su tiempo a recoger datos para realizar análisis estadísticos que le permitían tomar decisiones, sus conocimientos sobre Matemática la ayudaron a organizar la información y poder representarla gráficamente. Así mismo, calculó la tasa de mortalidad en los soldados.

En 1860, Florence fue elegida la primera mujer miembro de la Royal Statistical Society

Fuente imagen: tomada de: Wool beret. Florence Nightingale Museum Collection, parte del uniforme de la Escuela de Entrenamiento para enfermeras, en la primera parte del S. XX.

La importancia de su teoría en Enfermería

Fuente imagen: Gráficos polares de las causas de mortalidad en la guerra de Crimea, 1853-1859. 

Florence aportó al desarrollo de la Enfermería desde dos ámbitos: la profesionalización de la práctica y conocimientos y su experiencia. Fue la primera en escribir sobre teoría y enfatizó el trabajo metódico especializado que llevaba a seleccionar a las candidatas para ello bajo una perspectiva moral e intelectual. Esto redundaba en “el cuidado de uno mismo, del entorno y del paciente”.

(…) para Florence lo primordial era desarrollar la observación del proceso de evolución del paciente, más que sólo administrar una medicina, teniendo como base el pensamiento científico y el conocimiento de ciertas prácticas y técnicas.

En una rígida sociedad victoriana en el que la mujer tenía un rol social pero no laboral, Florence logró entrenar enfermeras y entrar en el mundo militar, proponiendo nuevas formas de trabajo con soldados. Esto se tradujo en la posterior creación de la Cruz Roja en 1870.

Sus conocimientos matemáticos le ayudaron a inventar los gráficos polares o diagrama de la rosa, por medio de los cuales sistematizó la información de la guerra de Crimea de manera estadística para presentar sus informes como encargada.

Florence dedicó parte de su tiempo a recoger datos para realizar análisis estadísticos que le permitían tomar decisiones, sus conocimientos sobre Matemática la ayudaron a organizar la información y poder representarla gráficamente. Así mismo, calculó la tasa de mortalidad en los soldados.

El sobrenombre que le dieron le valió por sus esfuerzos nocturnos de visitar a los enfermos para velar por su recuperación. A su regreso al Reino Unido, se había creado el Fondo Nightingale para construir una escuela de enfermeras que fue fundada en 1860. Hoy la Escuela de Enfermería, Obstetricia y Cuidados Palitativos Florence Nightingale sigue operativa y forma Parte del King’sCollege en Londres. En 1883 la Reina le otorgó la Real Cruz Roja, siendo la primera mujer en recibir la Orden del Mérito en 1910.

Fuente imagen: El sobrenombre que le dieron le valió por sus esfuerzos nocturnos de visitar a los enfermos para velar por su recuperación.

Anualmente, la Cruz Roja entrega la Medalla Florence Nightingale a enfermeras excepcionales y en muchas universidades se realiza el juramento que lleva su nombre para quienes se transforman en enfermeras y enfermeros. Su legado fue reconocido en el mundo entero, admitiendo que los hospitales no podían funcionar sin una escuela de enfermería que comprendiera la importancia del pronóstico, el cuidado y la efectividad del tratamiento para la recuperación de la salud. 

Todo esto se transformaría en un sueño cumplido por su entrega constante y alta capacidad de organización y de lograr realizar un trabajo interdisciplinar; indican que Florence, aunque limitada por el hecho de ser mujer, trascendió los estereotipos de género asociados a su rol.  Esto se observa al considerarle un referente interesante de conocer, más que por la valía de sus aportes significativos a la teoría en sí. 

En las fuentes consultadas, se le reconoce su ternura, nobleza en su labor y sacrificio más que por su profesionalismo como pionera en la observación de los fenómenos sociales y su pensamiento lógico para analizarlos matemáticamente. Se releva y visibiliza, entonces, desde su propia historia como “la dama de la lámpara” como metáfora de la esperanza militar, pese a que las propuestas planteadas por Florence fueron puestas en práctica por médicos, cirujanos experimentados y veteranos, formando parte de la Escuela de Medicina Militar de Reino Unido durante y después de la guerra de Crimea.

“El candil de Nightingale no dio luz inmediatamente; la reforma llegó de manera lenta y penosa, de forma que lo que se conoció como el sistema Nightingale no fue el proyecto ideal imaginado por Florence Nightingale, sino un experimento pragmático derivado de un compromiso forzoso” Monica Baly, historiadora del Fondo Nightingale

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Diagramación: Diana Martín, Oswaldo Romero