Bordando el Pasado: La Paleontología por
medio del hilo y la aguja
Autora: Antonia Atisha González, Mg. (c) en ciencias biológicas, Universidad de Chile¹.
El siguiente artículo invita a reflexionar sobre cómo podemos integrar distintas áreas de interés a lo largo de nuestra vida, destacando la posibilidad de combinar la ciencia con otras disciplinas, como el arte. La autora comparte su experiencia personal al unir ambas pasiones a través del bordado, presentándolo como un medio para expresar y comunicar la paleontología. Además, resalta el papel fundamental del paleoarte en nuestra comprensión de las especies extintas, demostrando cómo el arte y la ciencia se entrelazan para enriquecer nuestro conocimiento del pasado.

Edición: Equipo Editorial Interdisciplinaria, Diagramación: Pilar Trillo, ¹”Nota biográfica al final del artículo”.
El idioma original en que está escrito este artículo es español. Mencionamos esto para considerar al utilizar la traducción automática que puede generar algunos errores.
Introducción
Desde pequeña he sentido curiosidad por el pasado de la tierra, y por la vida que existió en ella hace miles y millones de años, y que solo podemos conocer por medio de rastros que quedaron de su paso a través de los fósiles. Por el deseo de poder tener un acercamiento a lo que no vive hoy, quise ser paleontóloga y trabajo de lo que más amo hacer. Además del cariño que le tengo a esta ciencia, siempre estuvo presente una fuerte inclinación por otras áreas, como la música y el arte, las que seguí cultivando en el tiempo libre que me quedaba de los estudios. Hace un par de años, encontré en un tipo de manualidad una forma de unir ambos mundos que me apasionaban: el bordado.
Hilo y aguja como medio de expresión artística
Mi interés por el bordado nació en un día específico, unas vacaciones de verano, mientras observaba a mi prima sostener un bastidor en el que creaba figuras en tela con hilo y aguja. Lo vi muy interesante, y le pedí que me enseñara. Partí bordando algunas figuras naturales, como flores e insectos. Sentí que podía pasar horas realizando esta actividad, me relajaba y daba espacio a la creatividad. Con el tiempo, empecé a bordar personajes animados y caricaturas donde podía jugar con los colores y las técnicas. Así, en un momento determinado, fue inevitable pensar en bordar algo de lo que ocupa gran parte de mi tiempo y mi pasión: la paleontología. Y lo primero que se me vino a la mente fue bordar el dinosaurio que vi por primera vez en terreno.
La primera excavación
Gonkoken nanoi es el nombre del quinto dinosaurio chileno en ser descrito. Fue descubierto en el Valle del Río de las Chinas, en la región de Magallanes (Alarcón-Muñoz et al,. 2023). En este sitio se hacen año tras año excavaciones, donde se han descubierto varias especies extintas que vivieron en el Cretácico Tardío (entre 66 y 83 millones de años). El año 2023 me invitaron a la expedición, y participé del grupo que excavaba los huesos de Gonkoken. Fue mi primera excavación, una experiencia que puso a prueba mis límites físicos y mentales en la que trabajábamos en condiciones climáticas extremas, y jornadas agotadoras. A pesar de esto, cada momento valió la pena, ya que estábamos sobre un yacimiento de fósiles de un momento y lugar clave en la historia evolutiva de la Tierra.

Figura N° 1. Valle del Río de las Chinas, Región de Magallanes, 2023.
“Así, en un momento determinado, fue inevitable pensar en bordar algo de lo que ocupa gran parte de mi tiempo y mi pasión: la paleontología. Y lo primero que se me vino a
la mente fue bordar el dinosaurio que vi por primera vez en terreno.”
Gonkoken nanoi fue el primer animal extinto que vi en terreno, mi primer acercamiento a la paleontología en el campo. Por esto, cuando pensé en bordar algo relacionado a la paleontología, este dinosaurio fue lo primero que se me vino a la mente.

Figura N° 2. Excavación de Gonkoken nanoi en el Valle del Río de las Chinas, Región de Magallanes, año 2023.
La inspiración: el valor de los paleoartistas y el efecto de sus creaciones
Antes de esta expedición ya sabía bordar, pero no tenía conocimientos técnicos de dibujo, o en artes visuales. Quería bordar a Gonkoken, pero no estaba segura de como recrearlo. Conocía a este animal por sus huesos, lo que veía en terreno junto a la tierra y que extraíamos con nuestras herramientas, entonces me surgió la pregunta ¿cómo podía llevarlo a la tela con el hilo y la aguja?
“Con ellas crean imágenes de cómo habrían sido las criaturas que solo conocemos por sus restos fosilizados a través de investigaciones científicas, conocimientos de anatomía, biogeografía, por comparaciones con animales actuales, etc.”
Con esto, quiero detenerme a hablar del gran valor que tiene la labor de los paleoartistas, que unen dos disciplinas que a simple vista son distintas y difíciles de ensamblar, el arte y la ciencia. Con ellas crean imágenes de cómo habrían sido las criaturas que solo conocemos por sus restos fosilizados a través de investigaciones científicas, conocimientos de anatomía, biogeografía, por comparaciones con animales actuales, etc. y además de poseer habilidades artísticas para poder traer a la vida recreaciones de seres que probablemente nunca tengamos una idea exacta de cómo eran, pero si poder acercarnos a sus características más distintivas. Estas recreaciones suelen ser utilizadas en diversos medios de divulgación donde llegan a una gran cantidad de personas (tanto relacionadas al área como a personas con otros intereses), como en películas, series, juguetes, entre muchos otros, y que en muchos casos motivan a niños y niñas a ser futuros investigadores.

Figura N° 3. lustración de Gonkoken nanoi hecha por Carlos Espinoza
Por esto, en esta trayectoria de profundizar en el bordado de estos animales, opté por guiarme del arte de alguien experto, y utilicé como referencia una ilustración del paleoartista chileno, Carlos Espinoza (@carlost_sapiens), quien dedica parte de su tiempo libre a crear obras de especies fósiles, mientras estudia biología. Además, solicité la opinión del paleontólogo que dio nombre a Gonkoken nanoi: Jhonatan Alarcón. Para mí, era importante conocer cómo Jhonatan visualizaba al dinosaurio que llevaba investigando durante años. La orientación que él me dió sobre los detalles del animal, sus colores y otros aspectos morfológicos, fue invaluable. A través de este proceso, descubrí que el bordado podía ser no solo una forma de expresión artística, sino también una herramienta educativa para comunicar la ciencia: un medio para representar aquellos animales que no pudimos conocer en vida, pero que podemos conocer por medio de la ciencia, y el arte.


Figura N° 4. Izquierda, parte del proceso del bordado de Gonkoken nanoi.
Derecha, bordado de Gonkoken nanoi finalizado.
Los siguientes bordados
Después de terminar con el bordado de Gonkoken nanoi, quise continuar con un animal con el que se me permitió poder preparar directamente, despejando el sedimento mediante un martillo neumático, los huesos fosilizados, labor que realicé en mis primeros meses de voluntaria en el Museo de Historia Natural de Chile, Este nuevo organismo extinto se llamaba Thalassocnus. Otro animal cuyos fósiles solía ver bastante en el museo eran los de Aristonectes quiriquinensis, un plesiosaurio chileno, tercera especie que quise bordar. Nuevamente, me inspiré en una obra de Carlos Espinoza como referencia. Hasta el momento, busco que mis bordados representen a los animales de nuestro país, Chile. Pero también quiero que cuenten una parte de mi viaje personal y profesional junto con el estudio de estas criaturas.

Figura N° 5. Bordados de Aristonectes quiriquinensis (izquierda), Gonkoken nanoi (centro) y Thalassocnus sp. (derecha).
“Hasta el momento, busco que mis bordados representen a los animales de nuestro país, Chile. Pero también quiero que cuenten una parte de mi viaje personal y profesional junto con el estudio de estas criaturas.”

Figura N° 6. Ilustración de Aristonectes quiriquinensis hecha por Carlos Espinoza.
Técnica y Proceso Creativo
Cada bordado lo realizo en un bastidor pequeño, de no más de 10 cm de diámetro. Busco centrarme en el animal, por lo que pinto con acuarelas un fondo simple y difuminado en la tela. Dibujo la base, y utilizo hilo negro para bordar la silueta de mi criatura. Luego relleno con los colores escogidos, y termino alguno que otros detalles. Me gusta mucho consultar y validarme con mis colegas, para saber su opinión respecto a detalles que no podemos observar en la mayoría de los fósiles, como los colores que habrían tenido estas especies, o algo que no se haya conservado en los fósiles y que se busque completar por medio de comparaciones con otras especies, ya sea tejidos blandos que en ocasiones excepcionales fosilizan, o huesos que no pudieron ser encontrados. Creo firmemente que algo gratificante de poder estudiar los seres vivos extintos es poder imaginarlos, recrearlos en tu mente, y luego transmitir este mensaje a otras personas.


Figura N° 7. Arriba, proceso inicial de bordado de Atacamatitan chilensis, fondo pintado con acuarelas. Abajo, bordado de Atacamatitan chilensis casi terminado, con algunos detalles por revisar.
Un Proyecto Actual
Actualmente, paso mucho de mi tiempo en el Museo Nacional de Historia Natural de Chile, donde soy voluntaria desde octubre de 2022, y he podido trabajar de cerca con fósiles de muchas especies chilenas, en especial de dinosaurios saurópodos (los típicamente conocidos como dinosaurios de cuello largo), animales que siempre me han fascinado. En este momento trabajo en un bordado de Atacamatitan chilensis, el primer dinosaurio descrito en Chile (Kellner et al,. 2011). Este proyecto es especialmente significativo para mí porque he tenido la oportunidad de trabajar directamente con sus huesos en el museo. Con esto, busco recrearlo de una forma científicamente correcta, pero además tengo la oportunidad de expresarme artísticamente respecto a cómo imagino que lucía este dinosaurio, con el que siento una mayor conexión.
“Este proyecto es especialmente significativo para mí porque he tenido la oportunidad de trabajar directamente con sus huesos en el museo. Con esto,busco recrearlo de una forma científicamente correcta,pero además tengo la oportunidad de expresarme artísticamente respecto a cómo imagino que lucía este dinosaurio, con el que siento una mayor conexión.”

Figura N° 8. Bordado junto a hueso real de Gonkoken nanoi.
En conclusión, la paleontología es una ciencia que nos entrega conocimientos de aquellos seres que vivieron en el pasado en nuestro planeta. Para transmitir la información que nos entregan los fósiles, el trabajo de los paleoartistas es esencial para que todas las personas podamos tener una idea más precisa de cómo habrían lucido estas especies por medio de la unión del arte y la ciencia. El arte, así mismo, puede expresarse en varias formas, como dibujos, pinturas, esculturas, maquetas, o cualquier medio en el que se pueda dar lugar a la creatividad. En el bordado, quise buscar un medio de expresión artística en el cuál dar a conocer las recreaciones de estos seres de una forma alternativa, de mano de alguien que no se maneja en las artes visuales, pero que siempre le han gustado las manualidades, y que se interesa en gran medida en el mundo artístico.
Tanto las personas que no son del rubro, como los que nos dedicamos a la paleontología, podemos ver en vida recreaciones de criaturas que vivieron hace millones de años, lo que siempre encontraré fascinante. Para un paleontólogo, el ver una reconstrucción de lo que advertimos a través de rocas y otros rastros que se encuentran deformados, incompletos, o incomprensibles, en una figura que se aproxima a cómo era en vida, emociona y llena de felicidad, reafirmando la pasión que muchos tenemos por esta ciencia.

Referencias
Alarcón-Muñoz, J., Vargas, A. O., Püschel, H. P., Soto-Acuña, S., Manríquez, L., Leppe, M., … & Cruzado-Caballero, P. (2023). Relict duck-billed dinosaurs survived into the last age of the dinosaurs in subantarctic Chile. Science Advances, 9(24), eadg2456.
Kellner, A. W., Rubilar-Rogers, D., Vargas, A., & Suárez, M. (2011). A new titanosaur sauropod from the Atacama Desert, Chile. Anais da Academia Brasileira de Ciências, 83, 211-219.
Agradecimientos a Carlos Espinoza por sus obras de Gonkoken nanoi y Aristonectes qui-
riquinensis.

Antonia Atisha González